El pintor en su estudio

Trabajando en "New York Sunset" 220x140 cm.
LINEART '08 FERIA DE ARTE INTERNACIONAL



La Gran Vía madrileña: espacio pictórico



El realismo americano como referente
Además del sorprendente Richard Estes, de la pintura americana del siglo XX admiro a Edward Hopper y Norman Rockwell. El primero, con una visión lacónica, solitaria y relajante de la sociedad y los paisajes; el segundo, con una visión más pulcra y dulce. De ambos me ha interesado especialmente su visión del sexo femenino, y por ello elegí dos cuadros representativos para reproducir: Compartimento C, vagon 193 y Chica ante el espejo respectivamente.
NYC como inspiración

Después de años en los que Madrid ha sido mi musa principal, mi pincel se abre camino por las calles y rincones de otras ciudades. Junto con las ya retratadas Barcelona, Bilbao, Sevilla o Santander, inicio andadura pictórica con la ciudad por excelencia: New York, una gran fuente de imágenes y símbolo inequivoco del hiperrealismo americano. No sólo es un cambio de ciudad, sino que es también un cambio de tonalidades, de pincelada incluso. Si Madrid es ocre, gris, sienas, blancos de zinc; New York son azules intensos, rojos, amarillos... colores más planos y menos mezclados pero de una gran efectividad visual.

Formatos panorámicos: una apuesta estética

Para plasmar una escena urbana en un lienzo muchas veces el pintor se encuentra con una dificultad: integrar en un formato concreto todos los edificios que conforman esa vista. No es estético cortar edificios por la mitad, pero si queremos plasmarlos en su totalidad necesitaremos alejarnos al realizar la fotografía, quizá más de lo que desearamos, restando entonces protagonismo y nivel de detalle al edificio en cuestión.
Los formatos panorámicos suelen ser una solución y a su vez solventan en ocasiones los problemas de espacio para colocar el cuadro, además de constituir cada vez más toda una apuesta decorativa de referencia. Un cuadro panorámico, donde el ancho del lienzo suele ser la mitad del largo, nos sirve también para estilizar el paisaje y en esta ocasión el corte de edificios está justificado. Las vistas tomadas a cierta altura, como es el caso de la terraza del Circulo de Bellas Artes de Mad
rid, Edificio de Telefónica o Faro de Moncloa son especialmente indicadas para la realización de un cuadro panorámico. Si al formato unimos la posibilidad de unir dos fotografías, la obra resultante será entonces más espectacular y podremos plasmar un ángulo mucho mayor, en el que aparecerán edificios que en su distancia real se encuentran separados incluso por kilómetros.
El cuadro que abre este blog es una buena m
uestra de esto. Lo he realizado uniendo dos fotografías tomadas desde el Circulo de Bellas Artes, en un formato de 150x55 cm. Desde esta azotea, si miramos hacia la izquierda, podemos captar también una excelente panorámica de tejados de la Gran Vía, con la cúpula de Metrópolis y el imponente edificio de Telefónica abriendose paso hacia el cielo.
Los formatos panorámicos suelen ser una solución y a su vez solventan en ocasiones los problemas de espacio para colocar el cuadro, además de constituir cada vez más toda una apuesta decorativa de referencia. Un cuadro panorámico, donde el ancho del lienzo suele ser la mitad del largo, nos sirve también para estilizar el paisaje y en esta ocasión el corte de edificios está justificado. Las vistas tomadas a cierta altura, como es el caso de la terraza del Circulo de Bellas Artes de Mad

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